Beneficios Psicológicos de la Oración 2 de 3

Beneficios Psicológicos de la Oración 2 de 3

Por Psic. Aziza Di Bello 2 de 3

Purificar el alma

Si hablamos de oración debemos hablar de ablución. El wudu como dicen algunos hadices, nos da la oportunidad de limpiar nuestros pecados, pues éstos se van en las gotas de agua. Y es bien conocido el hadiz  (relatado por Al Bukhari y Muslim) en que el profeta pregunta, cómo estaría una persona, si se lavara cinco veces por día en un río que estuviera frente a su casa.  Evidentemente estaría siempre limpio; entonces así está nuestra alma cada vez que rezamos: limpia, puesto que Allah borraría nuestras faltas. Las acciones del cuerpo, cumplir  con las obligaciones, apartarnos de las prohibiciones, y comportarnos  acorde a los modales islámicos; todo esto confirma la sinceridad de la creencia.

La fe aumenta, la fe disminuye

¿Cuántos de nosotros hemos sentido que nuestra fe fluctúa, aumenta y disminuye y esto nos desanima a seguir adelante? Si bien en el Qur’an Allah explica que efectivamente nuestra fe no tiene un nivel estable, sino que aumenta y disminuye, no es para que nos quedemos con ese estado, pensando “que descienda es natural” y ya está. Cabe preguntarnos qué estamos haciendo para favorecer una cosa u otra, porque también se nos explica que la fe aumenta con la obediencia, y disminuye como resultado de la desobediencia a Allah.

El islam al igual que algunas teorías psicológicas modernas, nos enseña que existen tipos de corazones. De hecho es interesante analizar aquí la palabra Qalb, que significa corazón en árabe, y  «Taqallub» que alude a su condición de cambio rápido y frecuente. Una vez más, relacionado también esto a su nivel de fe.

Incluso hay varios Ahadith que hablan de esa condición del corazón: El profeta, – Paz y bendiciones sean con él-, declaró que: «Cada corazón tiene una nube que lo cubre, con la manera de la nube que cubre una luna brillante. De repente se oscurece cuando la nube cubre, pero su luz retorna una vez que la nube ha pasado». (Registrado por At Tabarani y calificado como fiable por Al Albani).

Por otro lado, dejar de sentir regocijo al rezar, atrasar las oraciones, perder oraciones, etc. convertiría nuestro corazón en lo que se llama corazón muerto o corazón enfermo. Un corazón que no siente remordimiento cuando comete actos reprobables, o encuentra placer en la desobediencia, en oposición a un corazón sano que está libre de deseos que se opongan a los mandatos de Allah o  no siente dudas y contradicciones en la revelación.

Si mantenemos nuestras oraciones en tiempo y forma es de alguna manera, una garantía para el Día del Juicio pues la oración es por lo primero que se nos preguntará.

Por lo tanto, es recomendable, para cambiar la perspectiva de las cosas,  hacer lo opuesto a lo que como occidentales  estamos  acostumbrados a hacer. Debemos planificar nuestra vida y horarios entorno a la oración y no viceversa.

La humanidad fue creada impaciente

El Qur’an describe en reitereadas ocasiones nuestra naturaleza y nos sugiere maneras para poder lidiar con ella. Allah en la Sura 70 ayats 19-23 “Las vías de ascensión” (Al-Maarij) nos da una visión de un aspecto de nuestra naturaleza como seres humanos. Él dice:

  1. El hombre fue creado impaciente
  2. Se desespera cuando sufre un mal
  3. Y se torna mezquino cuando la fortuna lo favorece
  4. Salvo los orantes devotos
  5. Que son perseverantes en la oración

En otra traducción que quizá se refuerza más el aspecto psicológico dice «Ciertamente, la humanidad fue creada ansiosa» (70:19). La connotación de ansioso nos puede ayudar un poco más a entender la naturaleza del hombre.

Durante la oración, uno recuerda a Allah, el Todopoderoso que tiene todo en Sus Manos, la persona recuerda que no lucha en esta vida sola. Al recordar permanentemente que hay un Creador que es Justo, si la persona se encuentra viviendo una situación angustiante o de opresión,  recurre a Allah, pues su Misericordia abarca todo. En la oración, uno tiene la certeza que solo Él tiene el mando absoluto y la omnipotencia. Uno puede entonces,  soltar el control de ciertas cosas.

La humanidad fue creada ansiosa, excepto aquellos que están dedicados a la oración. Aquellos que no permiten que nada los disuada, los detenga o los impida de realizar sus oraciones. Esto es lo que en el Qur’an se revela, que los que hacen a la excepción, podrán disfrutar de algo más que la ansiedad o impaciencia. Y este sentimiento es muy importante para la salud, ya que rodea la vida de una persona con una atmósfera de calma y tranquilidad psicológica. Esto, le ayuda a continuar su vida con buena salud, higiene mental y tranquilidad en su corazón.

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