Encontraba que todos a mi alrededor hacían algo “haram”.

Encontraba que todos a mi alrededor hacían algo “haram”.

بسم الله الرحمن الرحيم

Historia real de una musulmana en su camino de la Oscuridad a la Luz….

Recopilada por Vanessa Dávila

(Testimonio Anónimo)

Cuando entre al islam sin duda pase de no saber nada a querer saber, aplicar y practicar todo. Como estudiaba bastante,  creía que entendía la religión. Ayunaba, realizaba oraciones voluntarias día y noche,  quería practicarlo absolutamente todo.

Cuando leía un hadiz o una aleya, para mi era un “ya está”, “Ya entendi”. Auto-interpretaba sin preguntar al profesor de islam. Creía saber la diferencia entre lo que es haram (prohibido) y halal (permitido).   Ahora entiendo que ese es un error muy grave.

Sin percibirlo creció mi “ego”.  Me empecé a creer mejor que los demás. Le buscaba errores a la gente, los criticaba, los señalaba, “¡Eso es haram!” ¡Haram!”. Llamaba “perdidos” a aquellos que no  hacían lo mismo que yo, o que no se vestían acorde a lo que yo entendía como sunnah.

Recuerdo que yo estaba obsesionada con el tema de la ropa,  y había una hermana que vestía  un atuendo de muchos colores. Yo me quejaba todo el tiempo diciendo “¡Pero esta no se da cuenta lo ridícula que se ve vestida así con tantos colores! ¡Acaso no sabe que es Haram!”. Pensaba “ella no es practicante porque se viste así”. Luego supe que era la única prenda larga que tenía. Hoy en dia me causa mucho remordimiento, ni siquiera conocía su situación.

 En una ocasión una profesora de islam tuvo un problema familiar, del cual algunas de las hermanas nos enteramos. Durante un evento en la mezquita, decidimos hacer un motín. En cuanto ella llegó, nos levantamos y nos fuimos. Después entendí que esa acción había sido un acto de prepotencia de mi parte, de falta de respeto con la profesora. ¿Cómo me atreví a cuestionar su vida privada?

Mi actitud y mi forma de actuar sumado a que nunca tenía tiempo para nadie,  perjudicaba mi relación con quienes me rodeaban.

Hasta que llegó el día en que no pude.., no pude cumplir con todo lo que me había impuesto.  No me despertaba a la noche para rezar. Frustrada, enojada, lloraba  pensaba que ¿como Allah no me da fuerzas para hacer todo lo que le agrada? Que Allah me perdone,  era mi falta de temor hacia Él lo que me llevaba a pensar así. Y ahí sucedió lo que nunca pensé que iba hacer,  deje de hacer todo. No podía razonar y  negaba la misericordia de Allah, para mi era “todo o nada”. Unos días después con los consejos de una hermana y el sheij de la mezquita me hicieron entender algo que yo misma repetía pero no comprendía mucho menos aplicaba, El Islam es facilidad, Allah, Alabado sea, es Misericordioso, es Perdonador.  

«Allah no exige a nadie por encima de sus posibilidades.» (65: 7)

Después de casi 10 años veo que era parte de mi poca comprensión del Islam,  ahora puedo entender lo grave de mis acciones, el daño que cause a la gente de mi alrededor y a mi misma.  Debí haber avanzado gradualmente, paso a paso. Ahora entiendo que debo mirarme hacia adentro, reflexionar sobre mis propios actos y no sobre los demás.

¿Has vivido algo similar?  ¿Cómo lograste superarlo? Nos encantaría leerlo, compártelo con nosotras dejando un comentario más abajo de forma anónima.

Cerrar menú