El síndrome del Nido Vacio

El síndrome del Nido Vacio

بِسْمِ اللَّهِ الرَّحْمَنِ الرَّحِيم 

Alhamdulillah por la guía del islam que nos invita a hacer el bien y a reflexionar sobre el impacto de nuestros actos, a  las mujeres musulmanas que aceptamos el islam cuando hemos crecido en familias de prácticas y creencias no musulmanas suele ocurrirnos que con el paso del tiempo nos reclaman por herir sentimientos al ver como de algún modo nos distanciamos de la familia al No volver a asistir a algunas fiestas y celebraciones, no les hemos dejado de amar, pero tal vez si hemos dejado de decirlo, y la familia se confunde con ello al ver que asistimos a otro tipo de reuniones evidenciando que también somos muy felices en otros espacios donde no hay licor y que llegamos a amar inmensamente a personas con las que no tenemos parentesco biológico pero a quienes llamamos hermanos y hermanas en fe, por ello la toma de decisión al aceptar la nueva forma de vida como musulmanes es vista por la nueva mujer musulmana como emancipación y empoderamiento, mientras que para el resto de la familia marca el inicio de un cambio de ciclo en la familia y la dinámica del sistema familiar. Algunos padres de familia al ver que sus hijas han cambiado sienten que su hogar está vacío e intentan conocer a esa nueva hija musulmana.

En las etapas evolutivas asumimos diferentes roles, al nacer somos hijas, hermanas, sobrinas, nietas  y muchas de nosotras al crecer nos convertimos en nueras, cuñadas, esposas, madres, tías, abuelas,  teniendo así una gran familia extensa y cuando damos testimonio de nuestra fe como musulmanes y musulmanes somos invitadas a hacer parte  de una sola nación: de la comunidad mundial de creyentes, y eso puede ocasionar diferentes reacciones emocionales en la familia biológica a las que debemos prestar atención. Estamos tan entusiasmadas con la belleza del islam que por momentos olvidamos que nuestras familias pueden estar pasando por reacciones emocionales contradictorias muchas de hechas basadas en la angustia de querer protegerlas de la discriminación y el fanatismo por citar solo algunas de ellas. Entonces no te enfurezcas, agradece el hecho que quieran seguir cuidando de ti, pero diles que has crecido y es momento de poner en practica lo que aprendiste en la infancia acerca del amor propio, buscar la felicidad y perseverar aunque encontremos dificultades en el camino.

Como madres sabemos que los hijos son una gran fuente de alegría y también de preocupación en cada etapa de su desarrollo , al inició cuando están explorando el mundo queremos protegerlos de los golpes y caídas físicas que pueden ser dolorosas, y al crecer ponemos en consideración nuestra propia experiencia, temores e incluso las experiencias en nuestra familia para evitar en ellas los golpes emocionales que pueden hacer más daño a largo plazo pues las heridas emocionales no siempre son fáciles  de ver, pero como padres y madres debemos reconocer que nuestros hijos necesitan vivir su propia vida, con sus propios sueños e ideales.  Cuando las hijas y los hijos se marchan de casa, temporal o definitivamente para estudiar en otra ciudad, trabajar e independizarse o hacer un matrimonio los padres pueden experimentar lo que se conoce como «síndrome del nido vacío» , ese conjunto de sentimientos de carácter negativo por la sensación de vacío y presencia de tristeza, soledad, melancolía e incluso irritabilidad por la no presencia física de los hijos en casa, cuando los hijos se marchan las tareas diarias cambian y algunos padres se quedan sin metas claras porque su rutina diaria se centraba en la atención de los hijos, muchos adultos reaccionan mal cuando los hijos se emancipan y se empoderan evidenciando apego emocional y dependencia hacia ellos, especialmente si es una persona cuya única función en la vida ha sido cuidar de su hijo, que cree que su hijo es de su propiedad, o si aún no acepta que su hijo o hija ha crecido, ha madurado y es independiente. Si eres madre es importante tener en cuenta que la relación con los hijos no termina, sino que en adelante se vivirá y desarrollará de forma distinta, sin olvidar, que para que una relación se mantenga hay que seguir fomentándola y cada quién debe hacer su parte. Son muchos los padres que se sienten abandonados, poco queridos, rechazados y dolidos cuando su hijo se independiza, por lo que se alejan inconscientemente de él. Esto no hace más que agravar el problema existente. Si eres hija no seas ingrata, si eres esposa recuerdale a tu esposo estar pendiente de sus padres. No supongas que tus padres están mejor sin ti con tu nuevo estilo de vida, la misericordia se práctica de muchas maneras y nuestros padres merecen nuestra gratitud, por lo que hicieron y no hicieron porque en todo hay una lección.

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En el libro » la verdadera personalidad de la mujer musulmana» escrito por el Dr. Al Hashimî encontrarás explicaciones puntuales acerca de los roles desempeñados, no lo tomes como una camisa de fuerza, pero permítete ir practicando aquello que sea bueno para ti, tu familia, tus seres queridos, tu religión y el agrado de Allah.

Si eres nuera la invitación es a tener paciencia con tu suegra e intenta comprender que ella está adaptándose a la sensación del nido vació, eres tú quien tiene ahora su hijo en casa y ella como madre querrá estar tranquila sabiendo que le tratas bien. Si eres Suegra ten presente que la sabia mujer musulmana recuerda que su nuera tiene el derecho a vivir su vida matrimonial en todos los aspectos – siempre y cuando permanezca dentro de los límites de la enseñanza islámica – y de que nadie tiene derecho a interferir en la vida privada de las esposas, excepto en casos donde es esencial hacerlo, pues a toda musulmana se le exige que dé su consejo sincero de acuerdo con las palabras del Profeta:

«La religión es consejo sincero (nasîhah)…»Sahîh Muslim, 2/37, Kitâb al îmân, bâb baiân an ad dîn an nasîhah. .

La suegra musulmana prudente permanece en una posición justa e imparcial cuando se trata de juzgar entre su nuera y su hijo. Es comprensible que el amor por su hijo le pueda impedir comprender que cada mujer tiene una forma diferente de llevar el hogar, no tomes a mal sus consejos, seguramente ella y tu coinciden en que quieren lo mejor para el mismo hombre, valida sus emociones, intenta ponerte en su lugar pues si Allah lo decreta un día también serás madre y pasarás por lo mismo. La madre musulmana en el rol de suegra busca practicar justicia y misericordia. Su conciencia y temor de Allah la previenen de dar la razón siempre a su hijo a expensas de la verdad, por eso no apoya la opresión de su hijo hacia su esposa, ni tampoco lo apoya en cometer actos ilícitos. Esto es en conformidad con las palabras del Corán:

[Cuando habléis [para declarar o decir algo] deberéis ser justos, aunque se trate en contra de un pariente…] (6:152)

 

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Si eres madre y esposa y tus hijos se han marchado de casa aprovecha ésta nueva etapa del «nido vacío» para:

  • Hablar más en pareja, dedicarse más tiempo para retomar la relación y chequear que dejaron pendientes como pareja durante la crianza de los hijos, recuerdas las primeras etapas de tu matrimonio? recuerdas las expectativas que tenías y que no pudiste cumplir porque los hijos no daban mucho tiempo libre o el cansancio no te lo permitía? puedes aprovechar éste tiempo para reavivar la intimidad sexual,  hacer un viaje, dedicar tiempo al fortalecimiento espiritual, hacer ejercicio y cuidar de si misma.

Quiera Allah permitirnos aceptar las etapas de la vida y que cuando llegue el tiempo de despedir a nuestras hijas o hijos de nuestros hogares lo hagamos con gratitud por tiempo que Allah nos ha permitido para estar con ellos.

María del Pilar Mena Parra

Psicóloga  Colombia.

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